UNA REVOLUCIÓN ESPIRITUAL
Sin lugar a dudas una revolución espiritual debe partir del
conocimiento, comprensión y aceptación de las leyes que rigen el universo, el
espíritu y a los humanos.
Pienso y creo que la primera ley que tenemos que comprender y
aceptar es que la vida es eterna manifestada en muchas existencias, igualmente
el espíritu. Aún no he comprendido lo concerniente al alma. Busqué en YouTube
encontré muchas definiciones, muy complicadas que no me atreví a sintetizar
He escrito muchas veces uno de los objetivos específicos de
mi proyecto es: Sintetizar el conocimiento divino, entregado por sabios,
profetas, maestros de luz en un lenguaje sencillo. Considero que esta es mi
misión la misión de muchos. Todos sabemos que vinimos a cumplir una misión, una
ocasión escribí en un artículo. Si no sabes cuál es tu misión invéntate una o
muchas hay muchísimo que hacer en este plano físico y éste es el mejor medio
para enriquecer nuestro espíritu elevando nuestro nivel de conciencia.
Cuando las personas han comprendido y aceptado unas cuantas
leyes como: Retorno y recurrencia, la rueda del samsara, karma, darma, la ley
de la balanza, evolución e involución equivale lanzarse al ruedo es muy difícil
que vuelva atrás, que se estanque, que se deje lavar el cerebro con los discursos
floridos y repetitivos de los mercaderes celestiales. Conocidas estas leyes la
persona empieza a proyectar para la siguiente existencia.
Este es el conocimiento que vamos adquiriendo a través de la
lectura, las conferencia, los videos. El sumun de este conocimiento y lo que
aprendemos con la observación, lo qué intuimos y experimentamos es lo que
llamamos sabiduría he ahí la diferencia.
Cuando aún era una niña me arrodillaba debajo de los arboles
a arrepentirme, a pedir perdón y a jurar que jamás volvería a pecar. Años más
tarde me preguntaba ¿de qué me arrepentía? En ésta existencia continuamos
realizando lo que proyectamos en las pasadas. Hace un poco tiempo empecé a
coleccionar piedras medianas de todas las formas que para hacerme una vivienda
en la próxima existencia. De pronto
recordé la historia de un
hombre que se dedicó a
construir un edificio de varios pisos con material reciclado como: plásticos,
vidrios, tubos, mangueras, latas en fin con todo lo que se le atravesaba.
Escuché una entrevista que le hicieron. El periodista le preguntó. ¿Qué sentido
tiene construir este edificio cuando usted ya tiene setenta años y no tiene
descendientes? A lo que respondió: En primer lugar, le ayudo al planeta en
segundo lugar soy feliz recogiendo los materiales y pensando en la felicidad
que van a sentir varias familias pobres disfrutando de este edificio. Inmediatamente pensé voy a hacer mi vivienda
de piedras en esta existencia. Soy feliz recogiendo las piedritas y pensando en
la felicidad de mis hijas, nietos y demás descendientes disfrutando del sudor
de mi corazón.
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